- Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro.
- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.
- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.
- Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios
que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse...
Ejercita entonces, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.
Ésto, es vivir como las flores.
Bienvenidos
Es momento para volver a hablar con las piedras, plantas, animales; de reencontrar la vinculación sagrada con las montañas, los ríos, las cascadas, los valles; para recuperar la conexión con el espíritu del agua, del fuego, del viento, de la tierra; para reencontrarse con los procesos de acrecentamiento de la conciencia y adentrarse a otras realidades invisibles, para desempolvar de la mente todo la ciencia y tecnología material y sutil desarrolladas por los abuelos, para vivenciar el reencuentro telúrico con todos los seres, para reiniciarse en los procesos de fusión cósmica....
Es momento de hacer rituales que den significado a los actos. Es momento de lo sagrado que no es otra cosa que el significado mismo que le otorgamos a las cosas que valoramos.
Es momento de hacer rituales que den significado a los actos. Es momento de lo sagrado que no es otra cosa que el significado mismo que le otorgamos a las cosas que valoramos.
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