Soy el viento del mar,
soy la ola de la tormenta,
soy el toro de los siete cuernos,
soy el halcón en la cara del risco,
soy la lágrima del sol,
soy la flor más bella,
soy el jabalí salvaje,
soy el salmón en el lado,
soy el lago en la planicie,
soy la palabra desafiante,
soy la lanza de carga en combate,
soy del dios que puso el fuego en tu cabeza.
¿Quien hizo los caminos a través de las montañas?
¿Quien conoce la edad de la luna?
¿Quien conoce donde el sol se pone?
¿Quien tomó el Ganado de la casa del Cuervo de Guerra?
¿Que ley, que dios, creó las cordilleras?
La palabra que corta, la palabra fría.
Antigua oración celta cantada por los druidas.
Bienvenidos
Es momento para volver a hablar con las piedras, plantas, animales; de reencontrar la vinculación sagrada con las montañas, los ríos, las cascadas, los valles; para recuperar la conexión con el espíritu del agua, del fuego, del viento, de la tierra; para reencontrarse con los procesos de acrecentamiento de la conciencia y adentrarse a otras realidades invisibles, para desempolvar de la mente todo la ciencia y tecnología material y sutil desarrolladas por los abuelos, para vivenciar el reencuentro telúrico con todos los seres, para reiniciarse en los procesos de fusión cósmica....
Es momento de hacer rituales que den significado a los actos. Es momento de lo sagrado que no es otra cosa que el significado mismo que le otorgamos a las cosas que valoramos.
Es momento de hacer rituales que den significado a los actos. Es momento de lo sagrado que no es otra cosa que el significado mismo que le otorgamos a las cosas que valoramos.
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