Hace muchos años cuando la guerra resonó entre las montañas y el corazón del hombre se quebranto, miles fueron las batallas por hacerlo recapacitar y entrar en razón.
Los espíritus de la tierra pidieron cuanta ayuda existía y fue entonces cuando de la oscuridad del cielo bajaron ellos, parecían ser humanos, pero dotaban de alas como ángeles. Guiaron a las aves hacia la batalla y con la pureza de sus corazones combatieron la avaricia del hombre.
Ellos moran ahora en las tierras flotantes, alejados del humano pero siempre presentes para actuar cuando sea necesario.
Ellos moran ahora en las tierras flotantes, alejados del humano pero siempre presentes para actuar cuando sea necesario.
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